José Manuel Pérez Tornero
Santiago
Tejedor
Las tecnologías digitales y las herramientas interactivas han transformado la educación dentro y fuera del aula, aportando formas nuevas y participativas de observar la realidad y aprender de ella. Pero, ¿cómo está impactando el desarrollo de estas tecnologías sobre los contenidos educativos y qué tipo de relaciones se establecen a partir de este binomio? En este capítulo exponemos algunos ejemplos de “contenidos de calidad” asociados al uso de tecnologías y narrativas digitales.
En un contexto donde el alumnado puede acceder a los contenidos educativos a través de plataformas web, de acceso abierto, transnacional y atemporal, o donde el receptor ha pasado de ser un agente pasivo a desarrollar sus capacidades como “usuario performativo” ¿qué está ocurriendo con los contenidos? ¿Se están transformando realmente también? ¿Se están aprovechando todas las posibilidades de las tecnologías digitales para generar contenidos con nuevas motivaciones, enfoques o finalidades? ¿Asistimos acaso a una mera “exportación” de contenidos lineales a las plataformas web, sin ningún tipo de valor añadido derivado de la interacción? ¿Qué puede convertir en la actualidad a un proyecto educativo en «algo diferente» en relación con los contenidos?
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